Un caballo salvaje es un caballo que vive en completa libertad sin contacto con el hombre (o muy poco) a diferencia de los caballos domesticados.
El término de caballos salvajes se les aplica a los caballos descendientes de los caballos domésticos devueltos a su hábitat natural tras haber sido abandonados por el hombre o de haber escapado. Estos animales se readaptan muy fácilmente a la vida silvestre.
¿Cómo es la alimentación de los caballos salvajes?
El caballo salvaje o en libertad se pasa casi 16 horas al día pastando. De hecho ésta es su actividad principal. En la temporada de invierno estas horas se prolongan debido a que las necesidades de energía aumentan para luchar contra el frío. Los dientes “avanzados” y el pequeño tracto digestivo de los caballos están adaptados a esta actividad.
Su intestino, de pequeño tamaño también, no está adecuado para almacenar alimentos en grandes cantidades lo que obliga a los caballos a comer pequeñas cantidades en repetidas ocasiones. Este tipo de alimentación suave y repetida es el que realmente deberían tener todos los caballos, hasta en los establos.
Por otro lado, y esto únicamente ocurre cuando hablamos de caballos domesticados, uno de los alimentos más baratos y básicos que se le va a dar a estos animales es el heno. El heno puede comprarse en cualquier tienda de animales específica pero no en todos lados te van a vender un producto de calidad. Para saber elegir el heno que más le conviene a tu caballo, debes observar que este sea fresco, que sea verde y lo más importante de todo, que no contenga ni polvo ni partículas de humedad, ya que es muy común que estas se encuentren en el heno en mal estado o que se encuentra fuera de los establecimientos. Estas partículas pueden hacer que tu caballo tenga problemas de respiración o lleguen a sus pulmones creándole enfermedades graves. Una de las técnicas que puedes llevar a cabo es enjuagar el heno varias veces en agua para que el polvo y la suciedad desaparezca, siéndole al animal más fácil digerirlo.
Existen otros alimentos que están hechos para aquellos caballos que tienen unas necesidades alimenticias especiales como es el caso de los que realizan tareas agrícolas, las yeguas que se encuentran embarazadas o también para los pequeños potros que necesitan más nutrientes con los que mejorar su desarrollo. Estos concentrados lo que consigue es que además del heno o del pasto, el cual debe ser la parte principal de su alimentación, les ayude también a tener todas las vitaminas y sales minerales necesarios para su correcta nutrición.
Los caballos en libertad también deben encontrar como saciar su sed. Y es que un caballo bebe de 20 a 40 litros de agua por día, y a veces más dependiendo de las condiciones climáticas, de su tamaño, de los esfuerzos que haya tenido que realizar o de la naturaleza de su dieta.
¿Cuánto es la cantidad correcta que deberían comer los caballos?
La cantidad de comida diaria que un caballo va a ingerir va a depender en gran medida del tamaño del mismo, como también de la raza de la que estemos hablando, como de la actividad física que lleve diariamente o incluso de la edad o estado del animal. También va a influir en su alimentación la climatología, puesto que cuando hace frío, el caballo instintivamente tiende a comer mucho más, con el fin de crear una capa de grasa que pueda protegerle de las bajas temperaturas. De la misma manera, en verano estos animales tienden a comer mucho menos pero si a beber varios litros más de agua para no deshidratarse.
¿Cómo es el sueño de los caballos salvajes?
Los caballos salvajes pasan muy poco tiempo durmiendo. En la manada éstos nunca duermen a la vez para evitar cualquier tipo de peligro, sin duda un comportamiento heredado de los tiempos en los que los depredadores peligrosos podían sorprenderlos en cualquier momento.
El caballo no duerme muchas horas seguidas, y cuando lo hace es en intervalos cortos. Es capaz de dormir de pie en las fases de sueño ligero, aunque si se acuesta en las fases de sueño profundo si se encuentra seguro.