Las frutas y verduras son alimentos que todos debemos incluir en nuestra alimentación si queremos mantener una buena salud física y mental. Estos son la mayor fuente de vitaminas, minerales y demás nutrientes esenciales que el cuerpo requiere para trabajar en óptimas condiciones.
Al momento de elegirlas nos fijamos en su color, textura y frescura, y procuramos que estén en el mejor estado para que duren cierto tiempo antes de consumirlas.
El problema es que no siempre se conservan como esperamos. Así, aunque tomemos algunas medidas, nos encontramos con que se han descompuesto antes de lo debido.
Con el calor del verano, también nos llega la tarea de mantener las frutas y verduras lo más frescas posibles, debido a que las altas temperaturas hacen que se estropeen mucho más rápido.
Cuando los alimentos frescos entran se descomponen más rápidamente, corremos el riesgo de desperdiciar comida. Esto, que podemos prevenir mediante unas acciones sencillas, hará que nuestra economía no se resienta por tener que comprar más comida por falta de previsión, y colaborar en la lucha a favor del medio ambiente.
Una de las recomendaciones que más se escucha es planificar con antelación qué vamos a comer y comprar únicamente los alimentos necesarios, pero esto nos obliga prácticamente a ir una o dos veces a comprar por semana.
Entendemos que no todo el mundo tiene el tiempo o las ganas de hacer eso, por eso hoy te quiero enseñar algunos trucos que pueden ayudar a mantener frescas unos días más esas frutas y vegetales que has comprado.
¿Cómo mantener tus alimentos frescos en verano?
- Tener las frutas separadas y no mezcladas: cada tipo de vegetal tiene su propio proceso de maduración, por lo que al mezclar unas frutas con otras se corre el riesgo de que las de maduración más rápida echen a perder el resto. Hay que estar atento además para retirar aquellas que se hayan estropeado ya para evitar que contaminen a las demás.
- La refrigeradora no siempre es necesaria: aunque la mayoría de las frutas y verduras necesitan refrigeración durante los meses de más calor, esto no es aplicable a todas. Algunas como papas, cebollas, ajos y tomates, se conservan mejor fuera del frigorífico aunque, eso sí, en un lugar fresco, seco y oscuro. Lavar los vegetales solo en el momento de consumirlos: el lavado acelera el proceso de descomposición, por lo que no es recomendable guardar las frutas y verduras ya lavadas. En caso de que tengan algo de tierra, es mejor sacudirlas, en el caso de las verduras, o pasar un paño seco a las frutas.
- Congelar: si nos vamos a ir de viaje unos días o tenemos más cantidad de vegetales de los que vamos a consumir, lo mejor es congelarlos para aprovecharlos más tarde. En el caso de las verduras, escaldarlas ligeramente, escurrir bien y guardar en bolsas de congelación. La fruta se puede meter al congelador entera o ya pelada y cortada.
Si a pesar de seguir estos consejos, notas como tus frutas y verduras están a punto de perecer, hay dos fórmulas que te ayudarán a aprovecharlas al máximo antes de tirarlas.
- Prepara sopas frías o smoothies: Al preparar sopas vas a usar una gran cantidad de hortalizas a la vez, por lo que evitarás que se ponga mala antes de tiempo. Otra opción son los smoothies de frutas, también muy refrescantes y ricos de vitaminas.
- Prepara mermeladas: Es una de las formas tradicionales de aprovechar la fruta que está cerca de estropearse. Si has comprado demasiada fruta y no crees que la puedas consumir antes de que perezca, hacer mermeladas es una muy buena forma de aprovecharla.
Como decía, es importante que intentemos evitar desperdiciar alimentos. Siguiendo estos sencillos consejos podremos alargar la vida de muchos de ellos y, junto a una buena planificación de nuestra alimentación, también contribuiremos a cuidar el medio ambiente.