Hay que ver lo impresionantes y bellos que son los caballos. Pero sobre todo, y más al verlos cerca por primera vez nos parecen realmente grandes, ¡y lo son! Por eso si queremos montar a caballo es muy importante que lo hagamos bien desde el primer paso, ya que aunque nuestro amigable caballo no lo quiera, podemos hacernos daño por malas posturas o no saber muy bien por dónde empezar.
Lo primero que tienes que hacer es crear un nexo con el caballo ya que es muy importante desde el principio, que le demos confianza y él nos la dé a nosotros. Pasos como alimentarlos, acariciarlos, hablarles o un buen cepillado antes de montar siempre hace que los lazos sean mucho más fuertes y ambos estemos más cómodos antes de empezar a montar.
Algo también muy importante es aprender a ensillarle con la ayuda de un profesional y comprobar antes de montar que todo está correcto. La cincha deberá estar ajustada y los estribos a la longitud correcta. Los estribos deben estar equilibrados, iguales a ambos lados de la montura, para que tengamos el soporte necesario a la hora de montar. Muchas veces la rutina hace que nos olvidemos de estos pequeños detalles tan importantes para poder montar cómodamente y de manera correcta.
Toma en cuenta los siguientes puntos:
- La seguridad es lo primero
El primer paso para cualquier jinete principiante es encontrar una hípica con buena reputación. Se supone que los establos no deben oler como una perfumería, pero una cuadra segura debe estar limpia, ser legal y en buenas condiciones. Busca un instructor de equitación certificado y que tenga experiencia con principiantes.
- Viste correctamente
Usa pantalones largos para proteger las piernas de las rozaduras contra la silla y zapatos cerrados con un tacón pequeño para evitar que los pies se salgan de los estribos. Evita la ropa que pueda enredarse con el equipo, incluyendo bufandas, tiras delgadas de la camiseta sin mangas y chompas o camisas largas y sueltas. La mayoría de las hípicas proveen de cascos, pero llama de antemano para asegurarte. Aunque no es ideal, un casco de bicicleta es mejor que nada para proteger la cabeza en caso de una caída.
- Hidrátate
Montar a caballo, especialmente en un día cálido, puede hacerte sudar, así que lleva una botella de agua para mantenerte hidratado durante todo el paseo.
- Familiarízate con tu caballo
Llega a la hípica por lo menos 15 minutos antes de la hora de la clase para conocer a tu nuevo compañero. Al encontrarse con un caballo por primera vez, mantente siempre delante y, si es posible, hacia la izquierda. Los caballos tienen el cerebro pequeño, y están entrenados para esperar la actividad humana (guiar, ensillar, montar) desde el lado izquierdo. ¿Por qué? Antiguamente los soldados llevaban espadas en las caderas izquierdas; si intentaban subir al caballo desde la derecha, terminaban sentados sobre sus armas.
- Escucha
Antes de sentarte en la silla, cada jinete novato debe saber un poco acerca de cómo ven el mundo los caballos. Todos los caballos, incluso los mejor entrenados, son por naturaleza animales de presa y están genéticamente predispuestos a correr cuando sienten el peligro. Tienen ojos agudos que pueden ver casi 360 grados alrededor de sus cuerpos, oídos que pinchan con el sonido más pequeño, y una buena habilidad para medir el miedo o el peligro. Por esta razón, siempre es una buena idea acercarse a un caballo con confianza desde el frente, hablar en voz baja y tranquila, y evitar los movimientos repentinos o ruidos.
- Subirse al caballo
Subirse a un caballo sin ayuda puede ser difícil, así que busca un apoyo. Una vez que el apoyo esté colocado en el lado izquierdo del caballo, coloca las riendas sobre la cabeza del caballo. Pega el dedo del pie izquierdo en el estribo, (la parte metálica que cuelga del sillín). Sostén las riendas en la mano izquierda, apoyándolas en la parte delantera de la silla. Pon la mano derecha en la parte posterior de la silla de montar y levántate suavemente hacia arriba, balanceando la pierna derecha con cuidado sobre el dorso del caballo. Una vez que una pierna esté a cada lado del caballo, siéntate suavemente en la silla y coloca el pie derecho en el estribo derecho.
Llega la hora de subir al caballo:
Esto puede parecer una de las cosas más difíciles a la hora de empezar como principiantes, pero con práctica y algunos trucos no será tanto problema. Los caballos son animales de costumbres, es decir, que lo que aprenden es lo que vale para siempre. Por eso es importante subir siempre por el mismo lado del caballo. Normalmente se hace por el lado izquierdo, colocando el pie izquierdo en el estribo para pasar el derecho hacia el otro estribo.
Seguramente las primeras veces nos parezca algo imposible el subir solos. Por eso para empezar se puedes utilizar algún altillo para llegar mejor, lo agradeceremos nosotros y el caballo.
Una vez arriba:
Ante todo tienes que mantener la calma, ya que los caballos perciben cómo nos sentimos y pueden actuar en consecuencia. La posición es vital para montar correctamente y para no salir con el cuerpo algo dolorido. Lo más importante será estar bien sentados en la silla, en el centro de manera que podamos estar en equilibrio sobre el animal. La espalda debe estar lo más recta posible, con los hombros hacia atrás pero sin tensión, relajados.
Los brazos y las piernas deber ir con naturalidad, sin tensión. Los codos tienen que ir flexionados, sujetando las riendas a ambos lados de la cruz del animal, y con los pulgares hacia arriba. Este es el estilo inglés, existe también el estilo vaquero en el que se sujetan ambas riendas con una sola mano sobre la cruz del caballo.
En cuanto a los pies, es muy importante que estén apoyados dentro del estribo pero tan solo la parte ancha de nuestro pie, la puntera, más o menos de la mitad hacia los dedos. El talón tendrá que ir inclinado hacia abajo, quedando más bajo que la punta. De esta manera podremos hacer más fuerza a la hora de trotar, y además el pie quedará más suelto en caso de una caída.
Dicho de una manera gráfica, debería crearse una línea imaginaria entre cabeza, cadera y tobillo, que serán donde se apoyará toda la fuerza de nuestro cuerpo.
Lo más importante, dejarse llevar por el ritmo del caballo. Si adecuamos la cadera al movimiento del paso del caballo, pronto conseguiremos ponernos cómodos a su ritmo. Y sobre todo, disfrutar del paseo, montar a caballo es una de las mejores experiencias que existen ¡Anímate!