La temperatura media del planeta este siglo subiría 3,2 grados, incluso si se cumplen los compromisos de reducción de emisiones marcados en el Acuerdo de París de 2015. La ONU advierte que traería “impactos climáticos destructivos” al estar lejos del objetivo de mantener el aumento por debajo de 1,5 grados.
El sol emite rayos ultravioletas que pueden resultar perjudiciales para nuestra piel, siendo la radiación ultravioleta (UV) un factor de riesgo para el cáncer de piel. Por esta razón debemos recurrir a distintos elementos que nos permitan protegernos y cuidarnos del sol.
Es importante aclarar que el efecto de las radiaciones UV en la piel es acumulativo, progresivo e irreversible. Por lo que las consecuencias de una exposición solar indebida pueden aparecer en el corto plazo o años más tarde.
Entonces, ¿cómo nos protegemos del sol?
Una medida de prevención no será evitar definitivamente el sol, sino crear hábitos saludables que nos permitan exponernos sin riesgo. Estos deben aprenderse desde la infancia y replicarse durante toda nuestra vida.
¿Cuáles son los tipos de protección solar?
Protección a partir de objetos
Podemos recurrir a sombrillas, lentes, sombreros, gorros, ropa fotoprotectora.
Protección química
Protectores solares con factor de protección mayor a 30 (que evitan las quemaduras solares)
¡Importante!
Usa factor de protección solar 30 FPS como mínimo, aun en días nublados y necesitan renovarse cada 2 hs.
La primera aplicación debe ser 20 minutos antes de la exposición.
Otras recomendaciones:
Adultos: existen muchas formulaciones spray, bruma, crema, etcétera.
Niños y adolescentes: No se pueden utilizar fotoprotectores en menores de 6 meses, lo ideal es la ropa fotoprotectora, y algunos que están aprobados.
De 6 meses a 2 años se recomiendan protectores inorgánicos y ropa fotoprotectora.
Mayores de 2 años ya pueden usar fotoprotectores.
Aplica abundante cantidad de protector solar, de amplio espectro (que proteja contra RUV A y B) con FPS (factor de protección solar) 15 o mayor. Para pieles muy sensibles (muy claras, que siempre enrojecen y nunca se broncean) o exposiciones solares intensas en altura, el FPS mínimo recomendado es 30. Cubra toda la piel expuesta, sin olvidar sitios como orejas, empeines, labios, cuello, tórax y cueros cabelludos calvos. La aplicación debe ser alrededor de 30 minutos antes de la exposición solar y renovarla cada 2 horas, o cada vez que uno sale del agua o ante una sudoración profusa.
No olvides la protección solar al realizar deportes o actividades al aire libre, como así también actividades a gran altitud (esquí, montañismo). El riesgo de quemadura solar es mayor a grandes altitudes donde hay menos atmósfera para absorber los rayos solares. También es más fuerte el sol cerca del Ecuador donde sus rayos son más directos a la Tierra.
Evita la cama solar, la luz UV que emana de las cabinas de broncear, causa quemaduras de sol, envejecimiento prematuro y aumentan el riesgo de cáncer de piel.
Sepa que existen medicamentos (diuréticos, antibióticos, anticonceptivos orales, antiinflamatorios, etc.) que pueden ocasionar reacciones en la piel ante la exposición solar. Personas que han recibido trasplante de órganos o quienes realizaron quimioterapia o radioterapia, deben cuidar particularmente su piel del sol. Si desarrollas una reacción alérgica a su filtro solar, cambia de marca de inmediato.