¿Por qué los caballos soportan mejor el frío que el calor?

Fidel Sanchez Alayo Caballos de Paso
Fidel Sanchez Alayo

Los caballos son animales que manejan el frío mucho mejor que las personas, de hecho ellos van preparando poco a poco su pelaje para el invierno, de forma que éste va creciendo en las estaciones más frías. El pelo crece más grueso y es su forma de protección contra las temperaturas más bajas.

Normalmente cuando los días son más cortos, y las noches se van haciendo más frías el caballo se va preparando poco a poco para los meses invernales. Es gracioso porque cuando aún hay buenas temperaturas debido al cambio climático, muchos caballos ya tienen el pelaje largo y se le nota mucho a la hora de trabajar y de sudar en su entrenamiento diario.

El pelaje de invierno suele ser el mejor aislante que la mayoría de las mantas. Poner una manta gruesa al caballo puede hacer que le de frío ya que le aplana el frío y el efecto aislante se destruye. Si el caballo está mojado o frío, tenderá a temblar para mantener su temperatura corporal y va a quemar más calorías por lo que necesitará alimentación extra.

Un caballo bien alimentado puede soportar temperaturas muy bajas, de grados bajo cero sin viento y sin estar mojado. Es muy importante la estabulación de los caballos en invierno en cuanto a la humedad, el pelaje de invierno es una gran defensa para el caballo pero su calidad de aislamiento se pierde cuando el caballo puede mojarse o estar lleno de barro.

En la nieve podemos decir que los caballos son animales bastante resistentes, ya que poseen unas patas y unos cascos que les permites estar en el frío sin provocarles daños. Su calor corporal también le hace protegerse contra la nieve y mantener la temperatura.

El cuerpo del caballo produce calor

El ejercicio aumenta la temperatura del cuerpo del caballo. El proceso en que el glucógeno se convierte en energía es en sí ineficaz (termodinámicamente hablando) y produce calor. La cantidad del calor producido depende del trabajo. Cuanto más rápido sea el galope, más empinada la cuesta, más grande el salto o más pese el jinete, más aumenta el calor producido dentro del cuerpo del caballo.

La temperatura normal de un caballo es aproximadamente de 37.2 a 37.8 ºC. El ejercicio normalmente aumenta la temperatura unos grados y eso es positivo para calentar los músculos. Pero un aumento excesivo puede dañar tejidos o incluso puede causar la muerte. Es responsabilidad del jinete identificar las señales del estrés del calor, para decidir cuando parar el caballo y enfriarle.

El cuerpo del caballo puede bajar su temperatura principalmente por evaporación mediante el sudor y la respiración. También es capaz de expulsar calor por convección y radiación a través de la piel.

Un jinete debe conocer la temperatura normal de su caballo y cuantos grados suele subir después del trabajo. En invierno, puede que solo suba algunos grados mientras que en el verano lo normal es que se eleve algo más. Este aumento también está afectado por la humedad del ambiente. Si sabemos cómo reacciona el caballo ante el calor, vamos a poder averiguar si el caballo se está viendo perjudicado por esta causa.

Hay otros factores que influyen en cómo aguantan al calor. Si el caballo tiene demasiado pelo, está gordo o fuera de forma, no podrá reducir su temperatura con la misma capacidad y corre serio riesgo de verse perjudicado por el calor.

Ante las altas temperaturas, el caballo puede responder aumentando el sudor y la respiración. El sistema respiratorio ayuda a enfriar el cerebro, uno de los órganos más sensibles al exceso del calor. Si hace calor, pero hay poca humedad, al principio, el caballo puede bajar más eficazmente su temperatura que cuando la humedad es alta, pero si suda excesivamente, puede perder electrolitos y minerales importantes y llegar a deshidratarse. Cuando esto ocurre, pierde la capacidad de producir suficiente sudor y su temperatura volverá a aumentar.