Toros de Lidia

Fidel Sánchez Alayo comenta sobre los Toros de Lidia
Toros de Lidia

El Toro de lidia es una característica de la raza de España e importados en Portugal, Francia y América Latina. Es una variedad muy primitiva y más bien heterogénea, también debido a la gran extensión del territorio en el que se eleva y las diferencias entre las diversas explotaciones, que a menudo tienden a seleccionar los toros con características especiales sólo para efectos de la distinción. La española a menudo se refieren a los individuos de esta raza simplemente llamándolos Toro bravo del ganado (ganado valientes) o Reses bravas (líderes valientes). El toro de lidia es considerado la joya del patrimonio genético de las razas ganaderas españolas. Cuenta con una estructura genética particular, de imposible recreación a partir de otras razas bovinas y es fruto de una labor de selección realizada por los ganaderos durante tres siglos.

El Toro de Lidia constituye la mayor aportación española a la genética mundial y a la cría animal. Antes que innovadores ganaderos ingleses comenzaran a formar importantes razas vacunas y porcinas durante los siglos XVII y XVIII, incluso antes de que en 1791 se creara el Libro Genealógico del caballo de pura sangre inglesa, ya se seleccionaba en España al toro de lidia, pues los primeros ganaderos españoles ya controlaban y anotaban su genealogía, comportamiento y características en primitivos libros de ganaderías.

El grado de diferenciación genético observado en la raza de lidia es muy superior al que hay en razas bovinas europeas por lo que es considerada metaraza o raza de razas.

Características dimensionales de los toros de lidia

Se puede considerar una raza de tamaño pequeño a mediano si se refieren a la media de las razas de ganado, con pesos que oscilan entre 500 y 650 kg y una altura de los hombros de unos 140 cm. Estas medidas son para los hombres adultos: las hembras son mucho más pequeñas y más ligeras, que raramente superan los 400 kg de peso y 130 cm de altura.

Comportamiento de los Toros de Lidia

El toro de lidia es un animal gregario, que encuentra seguridad y cobijo en una manada. Tras el nacimiento, y ya antes del destete, el becerro va a vivir 8 o bien 9 meses alimentado y protegido por su madre. Puesto que su madurez sexual se genera a los dieciséis meses más o menos, después se apartan machos y hembras, que, desde ese instante, van a vivir en cercados diferentes. Las distintas edades se llaman con nombres específicos: añojos (un año), erales (un par de años), utreros (3 años), cuatreños (4 años) y cinqueños (5 años).

Es una creencia extendida que a los toros aparentemente les altera de alguna forma el color colorado. Esta creencia es falsa, como asimismo lo es que estos animales vean en blanco y negro, puesto que realmente los toros cuentan con visión dicromática particularmente deuteranopía, o sea, tienen capacidad de desarticular el fantasma lumínico en 2 componentes esenciales, y conforme la cantidad de cada uno de ellos son capaces de distinguir los diferentes colores auqnue lo que si no tienen son los fotorreceptores retinianos del verde. Realmente, a los toros no les altera el colorado, lo ven, tampoco les crea una conducta agresiva cuando cargan contra el capote, en realidad cargan contra el movimiento.

Cuernos de los Toros de Lidia

Los cuernos del toro de lidia están presentes en ambos sexos, los cuernos nacen hacia adelante (a veces ligeramente hacia abajo) y, por último señalan hacia arriba. Sin embargo, hay individuos con puntas divergentes, que miran hacia afuera (corniabertos) o, por el contrario, que convergen con el fin de “mirar” (corniapretados), asimétricas (bizcos) o incluso tendiendo hacia abajo.

Selección de los Toros de Lidia

Las grandes granjas se encuentran en el sur de España (especialmente en Andalucía y Extremadura), aunque existen en otras regiones de España, Portugal, Colombia y México. Estas grandes áreas cercadas permiten que el ganado tenga una vida salvaje casi por completo, con las interacciones sociales y las jerarquías muy similares a los de sus antepasados.

En las granjas más tradicionales existen los mayorales, es decir, personas que cuidan del ganado, corriendo entre los corrales de caballos estrictamente, sin embargo, hay granjas donde van en tractor que se utiliza especialmente en operaciones tales como la administración de pienso (suplemento dietético a base de cereales, útiles para el crecimiento del ganado y también a mezclarse, si es necesario con medicamentos, vitaminas u otras sustancias).

En los corrales de cría, que con frecuencia las superficies de varias hectáreas, conviven entre 25 a 30 vacas.

El macho es generalmente hasta la edad de 10 a 12 años; pasado esta edad, el animal es viejo e inútil, sin embargo, es la tradición de las granjas de no matar a estos machos “retirados” y dejarlos morir de muerte natural.

Un recuerdo con el torero francés, Sebastian Castella, en un almuerzo familiar.