El pasado 13 y 14 de julio en el campo de exhibiciones de Mamacona, la Asociación Nacional de Criadores y Propietarios de Caballos de Paso (ANCPCPP) realizó el Concurso de Amancaes, un importante evento que viene siendo organizado por un grupo de amigos jóvenes quienes estuvieron preparando diferentes actividades para que nuestras familias, amigos e invitados pasen un gran fin de semana disfrutando de nuestros caballos y sus bondades. Este evento anualmente se celebra en conmemoración del concurso original de caballos de paso que había en la Pampa de Amancaes. En virtud al concurso, la referida asociación premió a los equinos campeones en las categorías de capón, yeguas, potros, potrillos y potrancas.
Me siento muy contento por el trabajo realizado junto con el equipo ya que obtuvimos muchos premios, dentro de los cuales quedamos el primer lugar en 5 diferentes categorías:
- Categoría Freno y Espuelas de 4 a 6 años con FESA SUPREMO.
- Categoría Bozal Grupo 1 con FESA LUPITA.
- Categoría Freno y Espuelas de 6 a 8 años G1 con LV MAJESTAD.
- Categoría Freno y Espuelas de 8 a 10 años G2 con ERM FANATICA.
- Categoría Freno y Espuelas de 8 a 10 años con JZ GOBERNADOR.
Historia de los Concursos de Amancaes
La evidencia más antigua de exhibiciones o concursos de caballos de paso se remonta a 1899, año en que la compañía de bomberos “Bomba Internacional” organizó un concurso de caballos reproductores. Décadas más tarde, en 1921, durante la celebración del Centenario de la Independencia, elegantes caballos peruanos desfilaron ante la tribuna oficial donde se encontraba el presidente don Augusto B. Leguía, gran aficionado a los caballos de paso. De hecho, fue durante su gobierno que el alcalde del Rímac, Juan Ríos, organiza el primer concurso en la Pampa de Amancaes, el 24 de junio de 1929.
Estos eventos se repitieron hasta 1939 en el mismo escenario, con un paréntesis en el año 1930, en que razones políticas impidieron su celebración.
Juan Andrade Fernández recuerda que “antiguamente los concursos se realizaban en el otrora camal de Lima, ubicado a la espalda de lo que fue la fábrica de muebles Ciurliza Maurer (Plaza Castilla) y junto al puente del Ejército. Posteriormente se hicieron en la Plaza de Acho y el día 24 de junio, fiesta de San Juan, iban todos los animales, los premiados a recibir su diploma y los otros a lucirse en la Pampa de Amancaes.
En 1941 se reanudan los concursos con una peculiaridad: la calificación se hace en la Plaza de Acho y la entrega de premios en la Pampa de Amancaes. Cuatro años después, por iniciativa de Alfonso Álvarez Calderón, presidente del Club Hípico Peruano, se oficializó el Primer Concurso del Caballo Peruano de Paso. Sin embargo, como lo señala Belisario de las Casas, el cuarto concurso de 1948 que en realidad fue el primero que oficialmente organizó la flamante Asociación Nacional de Criadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso (ANCPCPP) marcó un hito a seguir.
Domingo Delgiudice recuerda algunas particularidades reglamentarias que se iniciaron ese año: Los seis primeros puestos fueron distinguidos con diploma, medalla de plata y premio pecuniario, que se otorgó hasta 1961. A partir del cuarto concurso hasta 1970, se tomaron las medidas hipométricas de todos los equinos participantes. Se estableció la prueba de enfrenadura, y otra llamada prueba de fondo, donde los caballos debían recorrer 36 kilómetros sin galope, cargando 100 kilos de peso entre apero y jinete para mostrar la resistencia que debe lucir la raza
Luego de celebrarse durante 23 años en el local del Club Hípico de la avenida Salaverry, los concursos de 1968 y 1969 se llevan a cabo en el Campo Ferial de la Universidad Nacional Agraria de La Molina, cedido gentilmente por la Asociación de Ganaderos de entonces. En el año 1970 se estrena el campo de Mamacona, testigo desde entonces de todos los eventos que hemos realizado hasta la fecha.
La exhibición de los caballos peruanos de paso ha provocado la admiración y el entusiasmo de propios y extraños. Desde jefes de Gobierno de todas las tiendas políticas, hasta miembros de la realeza, como el rey Juan Carlos de España y el príncipe Rainiero de Mónaco, por no mencionar la extensa lista de diplomáticos e ilustres visitantes que retornan una y otra vez para asistir a un espectáculo inusual por su belleza y originalidad.