Ser propietario de un caballo es una gran responsabilidad, los caballos son, por naturaleza, animales sociables destinados a pastar en los espacios abiertos con su rebaño. Mientras aprenden a adaptarse a la vida del establo, es muy importante ejercitarlos para satisfacer sus necesidades físicas. Un caballo se sentirá aburrido y triste si no tiene la compañía habitual de los seres humanos y de otros caballos.
Si bien no hay ningún requisito en cuanto a la superficie exacta que se necesita para los caballos, en general se considera que una hectárea de pasto por caballo es suficiente, siempre debe examinarse dicha área para evitar posibles peligros como la existencia de basura dentro del pasto, agujeros en la cerca, entre otros.
Además de chequear semanalmente que en la zona no hayan plantas venenosas como el tejo, belladona, hierba cana, dedalera, botones de oro, hojas de roble y bellotas, helechos, laurel, aligustre, el azafrán prado, ricino, hierba loca, cola de caballo, cardo estrella y el sorgo.
El pasto debe estar cercado, por supuesto, para evitar que su caballo se escape o se lesione. Para esto se puede usar alambre liso que quede bien asegurado a fuertes postes de madera, nunca se recomienda emplear alambres de púas.
Su caballo también requiere de un refugio para protegerse del viento, la lluvia y el sol, una arboleda natural proporciona buena sombra, pero para protegerse del viento y la lluvia, un cobertizo de tres lados funciona mejor. Asegúrese de que este sea lo suficientemente grande como para permitir que todos los caballos quepan juntos y construya la pared del fondo de modo que los proteja del viento.
¿Cómo debe ser su alimento?
Al ser animal de pastoreo, el caballo ingiere pocas cantidades muchas veces al día. El alimento adecuado se compone de fardos de heno, alfalfa o mixtos. Es bueno enriquecer esta comida con preparados industriales que le aporten las vitaminas necesarias.
Un animal de 450 kg de peso, tamaño medio, ingiere alrededor de 9 a 10 kg de alimento diarios. No obstante, lo ideal es consultar a un veterinario. Será él quien indique el alimento adecuado en función del peso y el ejercicio que realiza.
Un punto importante es cuidar que no falte agua fresca y limpia. Se debe llenar la cubeta al menos dos veces al día. Tendremos en cuenta que bebe entre 15 y 30 litros de agua diariamente.
Actividad física del caballo
La cantidad de ejercicio depende de la edad y salud del caballo. Se aconseja que, con el debido control, realice una hora de ejercicio cuatro veces en la semana.
La actividad física resulta muy beneficiosa para la salud del caballo por los siguientes motivos:
- Mantiene fuertes los músculos de los sementales.
- Refuerza los vínculos de confianza con el dueño.
- Es un momento en el que se relaja y evita problemas de nerviosismo o ansiedad.
Cuidados básicos:
Semanalmente deberás comprobar la cantidad de concentrados, pasto y paja que tiene a la mano, es importante contar con los suministros necesarios para al menos 2 semanas para evitar que le falten en caso de emergencia.
Si tu caballo permanece en un área pequeña al aire libre, limpia el estiércol ya que esto reduce la presencia de moscas, mantiene los jardines limpios y permite tener un ambiente agradable para usted y su caballo.
Comprueba si en el área existen vallas, rieles rotos, cables sueltos, clavos salientes, que puedan ocasionar lesiones.
Limpia la bandeja de agua y los cubos de alimentación.
Algunos últimos consejos elementales que deberás tener en cuenta:
Limpiar regularmente el cobertizo de estiércol y orina. Son perjudiciales para los cascos y la salud del animal.
Hacer visitas periódicas al veterinario para que realice una revisión, coloque las vacunas y desparasite al animal.
Controlar los dientes al menos una vez al año.
Cortar los cascos y revisar las herraduras.
Nunca acercarse al caballo por la parte de atrás ni proferir gritos estando cerca. Con ello puede asustarse y reaccionar dando un golpe.
Procurar pasar tiempo con el animal más allá del momento de montarlo. Ello refuerza la confianza e intensifica el vínculo.