Los geólogos saben desde hace tiempo que el fondo marino está lleno de metales: cobre, níquel, plata, oro, platino e incluso diamantes. Se presentan como costras de sulfuro alrededor de respiraderos oceánicos profundos, en capas de sedimentos delgados y como trozos que yacen en el fondo del mar. La minería en el fondo del mar es un proceso de extracción mineral relativamente nuevo, que se da lugar en el fondo marino. Los yacimientos de minería oceánica se suelen hacer en torno a grandes áreas de nódulos polimetálicos o fuentes hidrotermales activas o extintas a unos 1.400-3.700 metros bajo la superficie oceánica. Las fuentes hidrotermales crean depósitos de sulfuros que contienen metales preciosos como plata, oro, cobre, manganeso, cobalto y zinc. Los depósitos son extraídos utilizando bombas hidráulicas o sistemas de cubeta que llevan el mineral a la superficie para ser procesado. Como ocurre con todas las operaciones mineras, la minería en alta mar plantea interrogantes acerca de los daños ambientales de las zonas circundantes.